En Veracruz se produce roja y en diferentes tonalidades
Por Carolina Miranda
Una flor muy mexicana es la Nochebuena. Su historia se remonta a la época prehispánica, donde se le conocía como Cuetlaxochitl, cuyo significado es el de “flor color de fuego”.
Es originaria del sur del país, por eso Veracruz es un gran productor. Se cultiva en diferentes regiones del estado como en Emiliano Zapata, Perote, Xalapa, Cosautlán, Coatepec, Fortín, Yanga, entre otros.
Sus propiedades curativas han quedado de lado en la actualidad, porque ha predominado como símbolo navideño, un ícono que no puede faltar en la época decembrina, junto con el árbol de Navidad.
“Tenemos trabajado 20 años la nochebuena, la sembramos por semilla y de cantidad 30 mil nochebuenas al año”, cuenta Marisol Guerrero, mientras expone sus flores en diferentes tamaños en la región de Las Vigas.
La flor de nochebuena la producen en Jalacingo, en la zona centro del estado, en 50 naves donde año con año cultivan esta especie, tanto en color rojo como en diferentes tonalidades.
Esta especie necesita cuidado especial, no excederse de agua, una medida cada tercer día es lo adecuado, que estén en intemperie hacia adentro, explica la productora veracruzana.
Para los colores y tonalidades que ahora se pueden encontrar en la nochebuena: naranja, amarillas, rosada, lilas y matizadas, se cruzas las semillas y también se colocan químicos al abono. La siembra se realiza desde el mes de mayo para que estén listas en noviembre.
“Siempre la gente se va más por las rojas tradicionales”, añade.
